Hace unos meses, decidí darle un nuevo aspecto a mi encimera de granito. Con el tiempo, las encimeras pierden su brillo original, especialmente en una cocina que se usa mucho. Aquí te comparto los pasos y técnicas que utilicé para pulir mi encimera de granito de manera eficiente y económica.
Primero, comencé limpiando la superficie. Parecerá obvio, pero hay que asegurarse de que no queden residuos de comida ni manchas antes de empezar a pulir. Usé una solución de agua tibia con detergente suave y un paño de microfibra. Lo curioso es que esto me tomó unos 15 minutos, pero es fundamental para evitar rayar la superficie durante el pulido.
Después, utilicé una lijadora con discos de grano de número 400 y 600. Es importante recordar que en la industria del granito, estos discos especifican la rugosidad que puede quitarse de la superficie. Esta fase es crucial y, aunque puede parecer tediosa, no se puede saltar. Fue bueno disponer de unos 45 minutos para esta tarea y tener bastante paciencia.
Una vez terminada la fase de lijado, apliqué un compuesto de pulido especializado en granito. El compuesto elegido decía "específico para granito" en la etiqueta. Es esencial elegir el compuesto adecuado para evitar daños. Dicho compuesto puede costar alrededor de 20 a 30 euros el bote, dependiendo de la marca. Aquí, le di unos diez minutos de aplicación con un paño de algodón.
Luego, llegó el momento de usar la pulidora. Si no tienes una, podrías optar por alquilar una en tu tienda local de herramientas. Me tardé unos buenos 30 minutos en pulir toda la superficie, haciendo movimientos circulares y ejercitando una presión media constante. Recuerda, como recomiendan los expertos, no quedarse mucho tiempo en un mismo lugar para evitar el desgaste irregular.
Mientras avanzaba con el pulido, noté que el brillo regresaba poco a poco. Es impresionante cómo la diferencia en el acabado puede notarse incluso después de los primeros diez minutos. La clave aquí es la consistencia y la dedicación. Terminada esta fase, limpié nuevamente la superficie con un paño limpio y seco para eliminar cualquier residuo del compuesto de pulido.
Para finalizar, apliqué un sellador específico para granito. Este producto sellador cuesta alrededor de 25 euros por un bote de 500 ml y es esencial para proteger la superficie de manchas. Usar un buen sellador puede extender la vida útil del pulido hasta por un año, dependiendo del uso que le des a la cocina. El proceso de aplicación es sencillo: solo tienes que esparcir el sellador uniformemente, dejarlo actuar por unos 15 minutos y luego retirar el exceso con un paño limpio.
Debes saber que el mantenimiento regular es fundamental. Según mi experiencia, limpiar cada semana con productos adecuados y re-aplicar el sellador cada seis meses asegura el brillo duradero de la
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